«Él amaba estar en Basílica, lo suyo fue un verdadero servicio en el amor» despedida a Javier Di Doménica férreo colaborador de Basílica Nuestra Señora de Aránzazu
Se llevó a cabo en la mañana de este miércoles en Basílica Nuestra Señora de Aránzazu, la misa en memoria a Javier Di Doménica, férreo colaborador de la iglesia católica. Concurrida por muchos, fue el reflejo de su siembra en vida.
Hilda Sosa WWW.ENTRERIOSNOTICIAS.AR
«Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar, pasar haciendo caminos, caminos sobre la mar…»
Dispuesta por el clero local, a cargo de los sacerdotes Marcelo Carraza, Milton Senestrari y Maximiliano Vanerio; con la presencia de los presbíteros Elías Musse, Héctor Trachitte, Emanuel Tournoud y el seminarista Nicolás Rodríguez (estos tres últimos viajaron especialmente para la ceremonia), se llevó a cabo en la mañana de este miércoles 15 de noviembre, la celebración de la misa de cuerpo presente, en memoria de Javier Di Doménica, ahora ex sacristán, ex acólito, ex ministro de la Eucaristía, ex monaguillo y ex gran colaborador de Basílica Nuestra Señora de Aránzazu desde hace muchos años, sobre todo, a tiempo completo desde que obtuviera su jubilación como docente en el nivel secundario.
Javier…
Javier, un victoriense de pura cepa, que supo sembrar y cosechar afectos desde su presencia y servicio en la iglesia católica, amén de su transitar áulico; hijo único de dos recordadas y respetadas personas como lo fueron Don Carlos Di Doménica, ex integrante de la fuerza policial y ex comerciante de nuestra ciudad y de Doña Goya Danielli, ex docente de la entonces Escuela N° 17 Bernardino Rivadavia; sufrió una descompensación en el atardecer del pasado día jueves 5 de octubre, mientras se encontraba presenciando la Adoración al Santísimo en su «segundo hogar», Basílica Nuestra Señora de Aránzazu.
A partir de allí un peregrinar y lucha personal constante contra una adversidad, que finalmente se lo llevó este martes 14 de noviembre, en horas de la mañana y a un mes de cumplir 65 años de edad.
Nobleza obliga y fiel a aquella mencionada siembra, este miércoles tanto la comunidad del templo basilical, al unísono de muchas otras muchas personas, se acercaron para despedirlo Santa Misa mediante, tal lo expuesto en el primer párrafo de esta nota.
Dos palabras, dos recuerdos…
Padre Héctor «siempre tuvo una entrega incondicional, es un dolor muy grande»
Si hubo alguien que lo conoció y compartío en estos últimos años la cotidiana presencia de Javier en Basílica Nuestra Señora de Aránzazu, fue el Padre Héctor Trachitte, ex párroco, quien además fue quien lo incentivó para que realice el rol de monaguillo en las celebraciones.
«Javier estuvo toda la vida en parroquia, viviendo, acompañando, sirviendo y este último tiempo comenzó a ser sacristán, acólito y ministro de la Eucaristia, que fue muy importante para él, poder dar el cuerpo de Jesús» enfatizó Trachitte, recordando luego en su relato esa entrega incondicional que lo definió en vida, pero también con un sesgo de nostalgia en sus palabras…
«Se nos adelantó, junto a tantos amigos que tuvimos que despedir aquí», expresó, trayendo en su recuerdo personas que otrora lo acompañaron en su gestión parroquial en Las Siete Colinas. (VIDEO)
Padre Marcelo «el de Javier fue un verdadero servicio en el amor»
«Cuando nosotros llegamos, enseguida nos dimos cuenta de su prudencia y ubicación, no buscaba brillar y descubrimos que era una muy buena compañía para las secretarias», destacando luego su personalidad, «era muy entrador en su forma, siempre destacamos esa inocencia verdadera de querer lo bueno».
Párrafo aparte, dedicó al fuerte sentimiento que imperaba en Javier, sobre su presencia y fervor en el templo de la virgencita vasca.
«Él amaba este lugar, lo de él fue un verdadero sevicio en el amor». (VIDEO)
La Santa Misa en su memoria y reconocimiento a su labor
En la ceremonia, se mencionó el saludo enviado por parte del Obispo de la Diócesis de Gualeguachú Monseñor Héctor Luis Zordán; lo mismo del diácono permanente Carlos Paniagua y su esposa Mercedes Palavecino y del ex vicario, Padre Emanuelle Zapaterra, quienes no pudieron estar en la celebración.
Vale destacar, que en el marco emotivo de esta celebración, la misma, fue dirigida por la ex docente Ana María Barbieri, colaboradora de Basilica, a quien además la unió una férrea amistad con Javier; asi como el Padre Milton Senestrari, quien se hizo cargo del ministerio de música.
Ingreso
Homilía, Padre Emanuel Tournoud «así como Jesús estuvo 40 días en el desierto hasta empezar su vida pública, así Javier tuvo sus días de agonía, que hoy lo llevaron a encontrarse con Dios»
«Javier ha participado de la pascua del señor…las almas de los justos están en manos de Dios…todos lo que en vida han hecho la voluntad de Dios los podemos considerar justos» indicó Tournoud, en una homilía que invitó a la comunión con Dios; amén de la paz que como seres humanos encontraremos, al momento de contemplarnos cara a cara con la divinidad.
«Una paz que nos lleva a crecer en la esperanza de la inmortalidad, esa es nuestra meta, la inmortalidad de encontrarnos con Dios, nos preparamos en vida para el encuentro definitivo con ÉL, aunque en vida nos ponga a prueba…siempre nos va a encontrar de estar dignos en su presencia»
Antes de finalizar su alocución, hizo un parangón entre los 40 días que padeció Jesús en el desierto, interpelado por tentaciones y los días agónicos de Javier Di Doménica, que finalizaron el mañana de este marte 14 de noviembre, para encontrarse definitivamente con Dios. (VIDEO)
«Dale señor la felicidad eterna…que viva en tu presencia, lo confiamos Señor a tu amor» Padre Maximiliano Vanerio
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