2 de enero 2002 «el que depositó dólares, recibirá dólares…»
El 2 de enero del 2002 asumía Eduardo Duhalde la presidencia de la nación, en un contexto crisis-país.
La Asamblea Legislativa elegía entonces al senador por la provincia de Buenos Aires, quien juraba hasta el 10 de diciembre de 2003 (después de la Masacre de Puente Pueyrredón acortará el período hasta el 25 de mayo de 2003), para completar el mandato de cuatro años iniciado por Fernando de la Rúa.
Al hablar en el Congreso, en un país marcado por el Corralito, dice una frase antológica: “El que depositó dólares, recibirá dólares; el que depositó pesos, recibirá pesos”…
Esa fue la frase de su discurso ante la Asamblea Legislativa el día de su asunción, que trascendió durante los años siguientes hasta convertirse en otro de los episodios que rememoran a aquellos trágicos días.
A pesar de que era un modelo agotado, la convertibilidad regía y el dirigente peronista estaba convencido de que había que terminarlo. También estaba vigente el «corralito» o restricción de retiro de fondos que había impuesto a principios de diciembre el ex ministro de Economía de De La Rúa, Domingo Cavallo. Por eso, la promesa de la histórica frase tenía como objetivo devolver la tranquilidad a los ahorristas a través de la promesa de que se iban a respetar los depósitos, algo que finalmente no ocurrió.
Tras el corralito, llegó el «corralón». La política económica de Duhalde consistió en transformar los depósitos y los préstamos de dólares en pesos y devaluar la moneda local, lo que, obviamente, no logró calmar los ánimos de los ahorristas.