Interés General

«Mucha gente viene a nosotros cuando están atravesando una crisis, pero sabemos que debemos trabajar en red»

Dialogamos con los sacerdotes Marcelo Carraza, Milton Senestrari y Maximiliano Vanerio, quienes desde el mes de febrero del 2023 se encuentran llevando a cabo su servicio pastoral en nuestra ciudad. La postura y accionar de la Iglesia Católica ante adversas situaciones.

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Hilda Sosa WWW.ENTRERIOSNOTICIAS.AR

¿Cómo se posiciona la Iglesia Católica a través del clero en adversas situaciones humanas?

En estos días de cierre de año, que nos invitan a realizar balances tanto personales como sociales e intrainstitucionales, desde ENTRERIOSNOTICIAS.AR dialogamos con los integrantes del clero local, a cargo de los sacerdotes Marcelo Carraza, Milton Senestrari y Maximiliano Vanerio, quienes ocupan dicho rol, desde el mes de febrero 2023, acompañados por el Diácono Permanente Carlos Paniagua.

Hicieron hincapié no sólo el trabajo en equipo que vienen llevando; sino que además expusieron temas que atravesaron, definieron e interpelaron el año que se va, tanto en lo que a sus funciones atañe, como lo fue el pase de los seminaristas que se encuentran en el seminario de Gualeguaychú; como así también sobre la posición que la Iglesia Católica toma en situaciones adversas a nivel social.

Un inicio que requirió hacer territorio

La llegada de ellos en el mes de febrero del 2023, no sólo trajo consigo sus labores pastorales, sino una nueva modalidad en cuanto la presencia territorial in situ que les define al día de hoy.

Así lo indicó el Padre Marcelo Carraza, quien destacó en primera instancia la modalidad de trabajo que desde el obispado se decidió implementar.

“Primero de todo, para nosotros era un desafío, porque, en lo que nos pidió el Obispo, está la realidad de poder trabajar, tal vez en conjunto, mirando una realidad en la cual, tal vez a las características que había antes de párroco y vicario, ahora seamos más un trabajo en conjunto entre los tres” indicó Carraza, agregando que en sí misma la situación era un desafío, ya que es la primera vez que se trabaja de esa manera en la diócesis, amén de trabajar en equipo tanto para Parroquia San Roque de Montpellier, como para Basílica Nuestra Señora de Aránzazu, ya que hasta la llegada de los tres presbíteros, se manejaban por separado, cada una con su pertinente párroco.

En segunda instancia hizo hincapié en el reto de lo que fue conocer la gente y la ciudad al llegar a la ciudad, ya que ninguno de los tres había estado aquí y que incluso expresó aún siguen en ese camino, del descubrir, conocer y reconocer personas y lugares que hacen a nuestra idiosincrasia, “descubriendo historia, tradición, un montón de cosas que uno no las conocía”.

En esa línea, el Padre Senestrari subrayó que fue un desafío para ellos tres el formar comunidad como equipo sacerdotal, “mostrar el estilo de trabajo que nosotros queríamos y después el hecho de pensar la comunidad no como grupos o capillas aisladas, sino justamente como comunidad, toda la comunidad parroquial”.

“Lograr ese vínculo entre el centro parroquial y las capillas de la ciudad, involucrando también la zona rural de las dos parroquias, porque la parroquia no es solamente la iglesia grande, en este caso Aránzazu y San Roque, sino la jurisdicción entera, que en nuestro caso es todo el departamento Victoria” enfatizó, recalcando en su relato la necesidad de atender las necesidades de la urbe y de la zona rural al unísono.

“Siempre buscamos que alguno de los tres esté en las celebraciones, los tres buscamos acompañar a las comunidades, lo hacemos repartiéndonos las tareas, las disponibilidades”.

Por su parte el Padre Vanerio expresó, “la gente de aquí está acostumbrada al servicio que han hecho los monjes y que a veces cada monje tenía su espacio, su capilla, su parroquia, su área de trabajo…a veces los monjes estaban 40 años en una capilla y nosotros sabemos que vamos a estar un par de años, no sabemos cuántos, hasta que el obispo decida o hasta que el obispo nos pregunte si la disponibilidad es nuestra” manifestó, haciendo hincapié en que toda la jurisdicción parroquial es importante.

Sobre la vocaciones y el ¿cierre del seminario de Gualeguaychú?

Hace más de cuatro décadas, el actual Seminario María Madre de la Iglesia apostado en la ciudad de Gualeguaychú, nacía en la diócesis, teniendo su primer asentamiento aquí en Las Siete Colinas, en la Abadía del niño Dios, de la mano de Monseñor Pedro Boxler.

En aquel marco, en el mes de septiembre del año en curso, el actual obispo diocesano Monseñor Héctor Luis Zordán, anunciaba que dicho seminario, continuaba con la preparación de las vocaciones, en la Diócesis de Luján.

¿Cerró el seminario o simplemente continúa con su accionar desde otra diócesis? ¿de qué manera interpeló la realidad de las vocaciones dicha decisión?

“Por un lado es una realidad que a la larga la veíamos venir, como que se esperaba viendo que las vocaciones, las cantidades de seminaristas iban disminuyendo: por otro lado es algo que no nos gusta, ya que los tres nos formamos en María Madre, Marcelo fue nuestro formador, nosotros dos damos clase en este momento ahí, pero sí sabemos que es también la respuesta a una necesidad para una mejor formación.

Siendo dos en la comunidad no podés formar comunidad sentenció el Padre Milton, agregando que a su criterio hay una crisis generalizada, sobre todo viendo los permanente cambios en las franjas etarias de adolescentes y jóvenes, “el gran desafío es acompañar a los jóvenes en su vida personal y luego vocacional”.

A su vez, el padre Maximiliano recalcó en la idea de la crisis de la fe, “la transmisión de la fe se ha cortado, tenemos tal vez abuelos hoy por la edad, que viven la fe de una forma inclusive de misa diaria  y ya sus hijos no, sus nietos menos, incluso sus nietos no están bautizados”.

“Hoy hay opciones, se les da la opción al chico si quiere hacer comunión, si quiere hacer confirmación, si quiere asistir; entonces eso también plantea que lleguen a los 15, 16 años y digan,  bueno, no hice la comunión, no hice la confirmación, entonces quieren hacerlo ya cuando tienen, podemos decir, libertad, uso de razón, cuando tienen capacidad de decisión propia”

Asimismo, el Padre Marcelo indicó que respecto de las vocaciones, hay dos aspectos fundamentales:

1-La desaparición de la cultura vocacional, “no hay una cultura vocacional por distintas circunstancias, pero sí hay personas que piensan aspectos de su vida como vocación y entonces eso hace que tampoco haya un planteamiento vocacional fuerte en general”.

2-Una realidad que acucia, “cada vez se nos va a complicar, no sólo a nosotros desde la realidad de cura, sino desde muchos otros ambientes, por ejemplo hemos pasado en muy poco tiempo de que hubiera ocho o nueve hijos por familia a que de pronto con suerte haya uno, entonces también ésto va a llevar a una dimensión de la sociedad donde cada vez va a haber una brecha, va a haber una cuestión que va a ser compleja”.

“No podemos soñar ni pensar que va a haber seminarios de cien personas como existieron, sería un ideal que no podríamos verlo en el futuro. Tenemos que pensar en otros aspectos, en otras realidades y siempre hay que mirar lo bueno de todo esto, donde por ejemplo la iglesia tiene que dejar en algunos aspectos de ser tan clericalista”.

La Iglesia Católica ante los intentos de suicidio

Oportunamente este medio entrevistó a la cúpula de Jefatura Departamental de Policía, a quienes en ese momento la ocupaban, como Jefe CM Claudio Passadore  y la CI Etelvina Piccini (hoy reemplazados por el CI Martín Tello y CI Roberto Donda); ambos dieron a conocer el resultado de un relevamiento realizado aquí en nuestra ciudad, que indicó 24 intentos de suicidios entre los meses de mayo y octubre 2024. (ver link al pie de la nota)

¿Cómo se para el clero ante esta situación?

“Es una situación preocupante, nosotros como institución y también otras instituciones, estamos preocupados, intentamos también acompañar de alguna forma esta situación; a veces sin saber cómo hacerlo” comentó, manifestando a posteriori que hace poco participando de un encuentro interdisciplinario al respecto, se precisaron diversidad de causales:

-La falta de contención, falta de contención familiar, “eso hace que la persona, el adolescente, se sienta muy solo, que no encuentre un reparo donde apoyarse”.

-Poca tolerancia a la frustración, “ésto de dar todo a los niños para que no sufran y demás, a veces nos hace poco tolerantes a la frustración; entonces, por pequeñas cosas negativas que nos pasan en la vida, enseguida se llega a esa decisión. Sin descartar las consecuencias de la pandemia”.

-Las  adicciones

A su vez, el Padre Milton enfatizó, “el no saber cómo afrontar las crisis, el no tener herramientas para asumir los momentos críticos de la vida y, en este caso, que es lo que se está buscando en la ciudad, generar espacios de contención y acompañamiento”.

“A los curas nos pasa que muchas veces viene gente a conversar ante una crisis, un intento, en un duelo, en momentos de depresión y uno los recibe, escucha, orienta, pero también sabemos que no tenemos las herramientas suficientes, que para eso está el profesional, el psicólogo, el psiquiatra, tenemos que derivar a otros lados”.

“Si bien somos muchas veces los primeros receptores, pero también sabemos que tenemos que trabajar en red con otras instituciones y con los profesionales  que se dedican específicamente a eso” expresó, agregando que ellos dan un apoyo desde lo espiritual. Desde la contención, la escucha y el estar presentes, pero hay cosas muy puntuales que les toca a los profesionales de la salud mental”.

Igualmente, el Padre Marcelo indicó, “siempre lo importante es saber quién tiene las herramientas profesionales para acompañar y ayudar y guiar bien, porque sino, podemos guiar desde nuestra buena voluntad, pero no hacerlo como se debe y estamos hablando de riesgo de vida y varias cuestiones más; entonces siempre uno tiene que tener claro dónde está posicionado y qué herramientas tiene, después, lógicamente, nosotros podemos ayudar y acompañar en una dimensión espiritual”.

Desafíos a futuro

“Seguir profundizando en lo que ya empezamos, hace poco podemos decir que estamos, entonces tenemos que seguir profundizando también en este camino que decíamos desde el comienzo, que es la idea de que se trabaje en equipo y en comunidad” expuso el Padre Vanerio.

Por su parte el Padre Senestrari dijo “seguir creando u ofreciendo espacios de participación para los laicos, sobre todo; crear equipos de trabajo en todos los ámbitos y espacios, como ECO Espacio de Oración Comunitaria, espacios de catequesis u otras instancias donde la gente encuentre su lugar en la comunidad cristiana para seguir creciendo su fe y ofrecer un servicio también”.

En tanto el Padre Carraza habló de llegar a lugares donde no han llegado aún, “tal vez porque no se había llegado, tal vez porque nosotros no supimos cómo llegar o porque hay gente que tal vez le costó nuestra forma y demás cuestiones. Entonces también es un desafío como poder responder a un montón de realidades, de lugares, de personas a las que nos cuesta todavía llegar y demás, llógicamente es grande el distrito y no es tan sencillo poder estar y acompañar en todos los lugares”.

“Es un desafío para nosotros llegar a más gente” finalizaron. (VIDEO)

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