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Elecciones 2023: ¿se viene la BOLETA ÚNICA DE PAPEL?

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Este jueves habrá en la Cámara de Diputados una sesión especial para tratar un tema que es una cuenta pendiente de nuestra democracia: la Boleta Única de Papel. Se trata de una reforma que presenta un diputado peronista, Florencio Randazzo, pero que cuenta con amplio apoyo de variados sectores, incluído a Juntos por el Cambio.

El sistema de boleta única propone, como alternativa, una boleta general que incluya a todos los candidatos que compiten en una elección, para que el votante marque los de su preferencia. Es decir, en vez de varias pilas de boletas según distintos partidos, una única pila. En vez de varias boletas, una sola por votante.

Ya desde este planteo, las ventajas económicas y ambientales del sistema de boleta única son más que evidentes. Según la ONG Ser Fiscal, la implementación traerá al Estado un ahorro de 3 mil millones de pesos que, bien administrados, se podrán emplear para otras necesidades que actualmente presenta la sociedad argentina (y que, como sabemos, distan de ser pocas): escuelas, hospitales, obra pública, etc.

Pero además, la boleta única presenta ventajas en lo democrático. ¿En qué sentido? Tal y como lo expresó el politólogo Daniel Zovatto en una charla difundida por la organización civil Red de Acción Política, el sistema actual –también conocido como de lista sábana– favorece prácticas poco democráticas que se han vuelto, lamentablemente, muy comunes. Me refiero a los partidos que le entregan sus boletas a los votantes, antes de entrar al cuarto oscuro, para que estos vayan a introducirlas en el sobre, en una pantomima electoral que no tiene nada de representativa. Son mandados a votar por el puntero o el cabecilla de su zona. Eso, dice Zovatto, no es democracia, “es feudalismo”.

Por otro lado, la boleta única erradicaría el problema común de la falta de boletas. Como es sabido, en toda elección se da la situación de que, en determinado momento de la jornada electoral, faltan boletas de un espacio, ya sea porque es el más votado de esa mesa o porque hay robo de boletas. En el tiempo en que alguien alerta al presidente de mesa al respecto, una cantidad de gente con la intención de votar al espacio de las boletas faltantes, en el apuro, termina votando otra cosa. Como resultado se distorsiona la representatividad del voto, porque los números no reflejan del todo la preferencia de los votantes.

La boleta única remedia eso de manera absoluta. Al no haber diferentes boletas, al ser para todos la misma, no hay riesgo de que ninguno de los partidos y candidatos que compiten quede desfavorecido por estas ineficiencias del sistema vigente. Todos tienen la misma chance de ser elegidos, en todo momento de la jornada de votación.

Finalmente, y en relación con lo anterior, la boleta única favorecería y facilitaría el trabajo de los fiscales, y por ende generaría una coexistencia más saludable entre los espacios políticos, situaciones de menor tensión en los comicios y mayor agilidad en el desarrollo de los sufragios (cuya falta todos hemos padecido en algún momento de nuestra vida electoral).

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