ELLA fue pionera en la estética en Victoria «Perfumería Graciela»
En el mes de la mujer, dialogamos con Graciela Minchiotti de Lanza, una mujer que trabajó para la mujer victoriense y de la región entre los sesenta, setenta, ochenta y noventa, logrando con su perfumería un indiscutible lugar en las Siete Colinas.

Hilda Sosa WWW.ENTRERIOSNOTICIAS.AR
Nacida en una primavera «de tiempo sin tiempo» en María Grande, zona de nuestra provincia definida por su complejo termal y su actividad agroganadera, Graciela Liliana Minchiotti de Lanza, supo hacer espejo desde muy jóven en su talento orientado a los aromas, colores y a la búsqueda de la belleza y armonía en el mundo de la femeneidad.
A temprana edad sus padres decidieron radicarse en la capital provincial, logrando así una buena siembra y próspera cosecha de ese talento que pujaba en el alma de Graciela, el cual bien se pudo desarrollar y crecer allí en Paraná, talento éste que se franqueaba entre perfumes y maquillajes.
Un día cualquiera, pero por cierto especial, caminando las calles paranaenses, al pasar por el recordado local de Gath & Chaves, tienda argentina que supo vender desde telas, hasta muebles y zapatos, conoció al victoriense Jorge Lanza, con quien construyó su vida, su familia y su férrea estructura de vida, en sus hijos Fabián Y Christian, su nieta Fabiola y su bisnieta Paulina.
Su llegada a las Siete Colinas hizo que junto a su compañero de vida decidiesen abrir un local dedicado a la mujer, ubicado en el centro de la ciudad y que irrefutablemente hoy visto a la distancia, la recordada “Perfumería Graciela” ya tiene su cetro inamovible en la idiosincrasia local.
Desde ENTRERIOSNOTICIAS.AR en el marco del mes de la mujer, nos acercamos hasta su domicilio, para que nos hable desde su lugar de pionera en el mundo estético femenino, ya que hizo presencia en el rubro comercial en nuestra ciudad desde 1968 hasta 1995, cuando junto a su marido decidieron cerrar la perfumería.
Entre perfumes, lociones y fragancias en la recordada Vía Blanca
“Yo viajaba a estudiar cosmetología a Santa Fe, quería dedicarme a la cosmética, pero sobre todo quería saber, aprender, incluso viajaba con mi hijo mayor cuando era chiquito, me acompañaba, salíamos a las 06:00 de acá, en Paraná nos esperaban unas amigas mías que tenían auto y de allí continuábamos viaje a Santa Fe” recordó, agregando que los exámenes de entonces eran tomados por médicos que viajaban desde Rosario.
Párrafo aparte en su relato, dedicó a sus clientas a quienes les está muy agradecida y recuerda con aprecio y cariño, “mi marido solía decirme, tus clientas no te dejan almorzar…pero yo las atendía porque quería que se vean hermosas…si no hubiera sido por ellas yo nunca hubiese progresado”.
Si bien goza de un importante capital de anécdotas, vivenciados por doquier en su perfumería, Graciela guarda especial consideración en su memoria, cuando maquillaba a quienes entonces se postulaban para ser la elegida de MOMO en los carnavales, “en esa época se hacían en la plaza, maquillé a muchas, recuerdo a María Cristina García Martín, Mariela Echeverría, la chica de Rondeau y muchas más”.
«Quería que todas se vean hermosas»
“Los mejores años de mi vida a nivel personal y profesional los viví allí en la perfumería…extraño a la gente, porque a mí me encantaba conversar, de alma enseñarles a maquillarse, a teñirse, hacía mezclar tinturas, porque todo el mundo no podía ir a la peluquería y yo las quería ver bien, no era egoísta en ese aspecto, al contrario, me gustaba verlas bien” comentó.
Con mucha alegría comentó que al día de hoy muchas mujeres que frecuentaron otrora su perfumería, pasan por la puerta de su casa cuando está regando sus plantas y le recuerdan esa época, que transitan sus mejores vivencias.
-¿Cómo ves a la mujer actual, respecto de la mujer con la que vos solías trabajar desde tu área?
-Hoy en día todas las chicas están más sueltas, en esa época éramos más conservadoras en un montón de aspectos, no lo critico, pero la mujer ha aprovechado mucho la libertad, si bien hay libertad mal empleada, la mujer tiene que tener delicadeza, ser cordial, afectuosa y derecha en todo su aspecto.
Al finalizar expuso un claro reflejo de su esencia, ya que dijo que toda mujer nunca debe perder la femeneidad, aunque esté dentro de su hogar, “no hay que abandonarse, por ejemplo yo al levantarme me pintoo los ojos, los labios, no he perdido esa costumbre”.
Graciela Minchiotti de Lanza…una mujer muy mujer…en el mes de LA MUJER.
Un local que supo hacer historia en la Victoria de los 60, 70, 80 y 90 «Perfumería Graciela»

Graciela en su juventud

Graciela junto a su nieta Fabiola Lanza, hoy dedicada a la estética


