NUESTRA SEÑORA DE ARÁNZAZU tercer día de la novena
El templo basilical de Nuestra Señora de Aránzazu vive por estos días la visita diaria de la feligresía local, a templo lleno tal como viene siendo en estos días anteriores, el festejo patronal, celebró su tercera jornada.
Bajo la prédica del Padre Emanuelle Zappaterra; en esta oportunidad se oró por Capilla “Nuestra Señora del Rosario”; Hospital Fermín Salaberry; Escuela N°1 Doctor Pedro Radío; Escuela Normal Superior Osvaldo Magnasco (todos sus niveles); Escuela de Artes Visuales Raúl Trucco (todos los niveles); Agentes Turísticos, Instituto Superior Victoria, Instituto Superior “Gaspar L. Benavento”, Geriátrico “Nuestros Mayores Cuidados”.
Secundaron al Padre Zappatterra, los presbíteros, Marcelo Carraza, Elías Musse y Maximiliado Vanerio; el diácono Carlos Paniagua y quienes hacen las veces de monaguillos, Jeremías Barrios, Javier Di Doménica y Enzo Oberti.
Además de estar atravesada la Santa Misa por la significancia de la Jornada mundial de Oración por el cuidado de la Creación; habiéndose leído incluso la Oración por la Tierra:
«Dios de los pobres, ayúdanos a rescatar a los abandonados y olvidados de esta tierra que tanto valen a tus ojos. Sana nuestras vidas, para que seamos protectores del mundo y no depredadores, para que sembremos hermosura y no contaminación y destrucción…»
Una homilía iniciada y finalizada con el lema «Madre anímanos a escuchar su voz» que define y sella esta novena; pero donde también subrayó la significancia e importancia del año vocacional diocesano e invitando a poner el foco en fortalecer dicha perspectiva.
Al referirse a la lectura del día, habló del hecho de estar prevenidos, «es dedicar la vida al servicio de Dios y la buena noticia… dedicarnos a la oración, practicar la caridad, ese es nuestro aceite que hará que nuestra lámpara nunca se apague». (AUDIO)