¿Quedaría excluída China de la licitación de la Hidrovía? ¿cuál es la postura de un grupo de senadores radicales?
A días de la efectivización de la licitación nacional e internacional para concesionar el dragado y balizamiento de la Hidrovía Paraná-Paraguay por un período de 30 años, se supo que un grupo de senadores radicales de Corrientes, Entre Ríos y Santa Fe le pidió al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, que establezca una serie cambios en el pliego de la licitación para la concesión del dragado y balizamiento de la Vía Navegable Troncal (VNT) sobre los ríos Paraguay y Paraná; entre ellas, que se habilite la participación de la empresa estatal china Shanghai.
Bien vale recordar que por la Hidrovía transita aproximadamente el 80% de las exportaciones argentinas; es decir, más de US$ 60.000 millones de dólares. Los exportadores pagarían unos US$ 410 millones -estimado en el pliego- al concesionario, por lo que el negocio a 30 años superaría los US$ 12.000 millones,.
El pedido
En una carta enviada el jueves 30 de enero, los senadores Eduardo Vischi, Gabriela Valenzuela, Stella Maris Olalla, Carolina Losada y Eduardo Galaretto le recomendaron al Gobierno fraccionar la concesión en dos o tres tramos para que haya una mayor participación de oferentes y un control más eficiente de los servicios.
Además, solicitaron bajar el plazo de la concesión, que se prevé en 30 años prorrogables por otros 30 más, a entre 10 y 15 años, con una posibilidad de extenderla sujeto al cumplimiento de distintas obligaciones.
Por otro lado, piden profundizar el calado a 42 y 44 piespara maximizar la capacidad de carga de los buques, lo que beneficiaría a las cerealeras exportadoras con una baja de los costos logísticos por unidad de flete.
Sobre los criterios de elegibilidad
Uno de los puntos más destacados de la carta es la sugerencia de que se modifiquen los criterios técnicos de elegibilidad y ponderación técnica, que lo piden principalmente la compañía belga DEME y la danesa Rhode Nielsen, que fueron a la Justicia. Y, sobre todo, el cambio que exigen los senadores de la Unión Cívica Radical (UCR) permitiría la participación de China, que fue vedada por el Gobierno al impedir que hagan ofertas quienes tengan entre sus accionistas a los Estados soberanos.
La licitación tiene un plazo para la presentación de ofertas hasta el miércoles 12 de febrero, aunque las cerealeras y varias empresas que van a competir pidieron una extensión.
Mauricio Macri-PRO
La Hidrovía es uno de los principales puntos de conflicto político entre el presidente Javier Milei y el ex presidente Mauricio Macri, ya que La Libertad Avanza (LLA) acusa al PRO de operar para que se favorezca a la empresa neerlandesa Boskalis, favorita de la reina Máxima Zorreguieta.
Asimismo, en el macrismo denuncian que el pliego que diseñó el Gobierno está direccionado a la belga Jan de Nul, que hasta 2021 tuvo la concesión junto al Grupo Emepa, del empresario argentino Gabriel Romero.
Fuentes que están al tanto del proceso indicaron a Clarín que una división de la licitación en tramos restaría interés, en vez de sumarlo, ya que habría zonas no rentables, como todo lo que está al norte de Rosario. De la misma forma, consideraron más viable reducir el plazo de la concesión.
¿Qué pasa con la empresa estatal china?
Este sistema representa la vía por la que transita el 80% del comercio exterior del país y, con su privatización, busca reducir el gasto estatal. La exclusión de empresas estatales extranjeras, incluidas las chinas, genera un impacto significativo en las dinámicas geopolíticas y económicas.
La resolución que reglamenta el proceso de licitación establece en su artículo 16° que quedan excluidas de participar las “personas jurídicas controladas, directa o indirectamente, por estados soberanos o agencias estatales”. Este punto resulta determinante para empresas como Shanghai Dredging Co., filial de la China Communications Construction Company (CCCC), que queda automáticamente fuera de la competencia debido a su carácter estatal.
Shanghai Dredging Co. no opera como una firma privada tradicional. Es una filial de CCCC, una de las mayores corporaciones estatales chinas, que ejecuta proyectos alineados con los intereses estratégicos de Beijing. Además de proyectos de infraestructura como dragado y mantenimiento portuario, CCCC desempeña un papel central en las ambiciones geopolíticas y militares de China.
Un ejemplo destacado son las islas artificiales construidas por CCCC en el Mar Meridional de China, bajo órdenes del gobierno de Xi Jinping. Estas estructuras, que combinan objetivos económicos y militares, han provocado tensiones significativas en Asia, especialmente con Filipinas, Vietnam, Malasia y otros países de la región. Estas islas se utilizan para establecer bases militares que amplían el control marítimo de China y respaldan sus reclamos de soberanía sobre vastas áreas de esas aguas disputadas.
Además de los conflictos políticos, estas obras generan graves impactos ambientales. La destrucción de arrecifes y ecosistemas en los territorios ocupados por estas islas ha provocado críticas internacionales. Sin embargo, ni CCCC ni Beijing han mostrado intención de detener estos proyectos, reafirmando su estrategia expansiva.
En el caso de la Hidrovía Paraná-Paraguay, la exclusión de CCCC y su filial Shanghai Dredging Co. marca una barrera frente a la creciente influencia china en América Latina. Argentina opta por mantener el control de un recurso estratégico fuera del alcance de empresas alineadas con intereses geopolíticos de potencias extranjeras.
Desde el vencimiento de la concesión original en 2021, la Administración General de Puertos (AGP) asumió la gestión de la Hidrovía, implementando un esquema que involucraba a siete provincias y ocho ministerios. Este modelo mostró problemas de coordinación y eficiencia. La AGP subcontrató los trabajos de dragado y balizamiento a Jan de Nul y Emepa, antiguos concesionarios. Sin embargo, una licitación internacional lanzada en 2022 fue cancelada tras la impugnación de oferentes como la danesa Rodhe Nielsen y la china CCCC Shanghai Dredging.
En este contexto, el actual proceso de licitación apunta a una concesión de largo plazo, buscando garantizar la modernización, el mantenimiento y la seguridad de esta vía navegable estratégica.
Las compañías europeas son protagonistas en esta licitación. Entre los posibles competidores se encuentran Jan de Nul, actual operadora, y otras firmas de Bélgica y Holanda, como Boskallis y DEME Group, reconocidas por su experiencia y capacidad técnica en obras de dragado. Estas empresas poseen un historial sólido en proyectos internacionales, lo que las posiciona como las principales contendientes para asegurar el control del Paraná.
La Hidrovía Paraná-Paraguay, de más de 3.400 kilómetros, es el principal canal comercial de América del Sur. Su importancia radica en que conecta a países como Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Bolivia, facilitando el transporte de productos agrícolas y otros bienes hacia mercados internacionales.
El gobierno actual determinó un plan que incluye la modernización de la infraestructura, bases con radares y seguimiento satelital para aumentar la seguridad y controlar problemas como el narcotráfico. Además, se prevé la profundización del canal a 39 pies, con posibilidad de alcanzar mayores profundidades, dependiendo de estudios técnicos. Estas medidas buscan mejorar la competitividad logística de Argentina frente a países vecinos como Brasil y Uruguay.
A pesar de la exclusión de empresas chinas en la licitación, el gobierno de Javier Milei adoptó una postura pragmática hacia Beijing. Durante una reunión en el G20, Milei se encontró con Xi Jinping para fortalecer la relación bilateral. Argentina necesita mantener el acceso al swap chino de 5.000 millones de dólares, vital para las debilitadas reservas del Banco Central.
Sin embargo, Beijing busca ampliar su influencia en Argentina mediante proyectos como las represas en Santa Cruz y el acceso a recursos estratégicos como el litio y el cobre. Aunque Milei mantiene lazos con Donald Trump, los términos del intercambio con China podrían condicionar futuras decisiones, especialmente en temas como la Hidrovía.
La idea de privatizar la Hidrovía no es nueva. En el gobierno de Mauricio Macri, los pliegos de licitación estaban listos para ser implementados antes del vencimiento de la concesión en 2021. Sin embargo, tras el cambio de administración, la propuesta fue descartada en favor de la gestión estatal a través de la AGP. Ahora, la nueva licitación marca un giro hacia la privatización con un enfoque de largo plazo.
(Con información de Clarín e Infobae)