Rusia «vs» Ucrania: ¿cuál es la esencia del conflicto? ¿porqué hace espejo en la Caída del Muro de Berlín y la finalización de la Guerra Fría?
Un conflicto que interpela a nuestra contemporaneidad. Hechos que marcaron nuestra humanidad y que vale la pena conocerlos y reconocerlos, para entender nuestro presente en el escenario internacional. Desde ENTRERIOSNOTICIAS.AR, dialogamos con la Profesora de Historia y avezada estudiosa de política nacional e internacional, Susana Sobrero.
Hilda Sosa WWW.ENTRERIOSNOTICIAS.AR
Las tensiones entre Ucrania y Rusia están en su punto más álgido, atravesadas aquellas, con informes de una acumulación de tropas rusas cerca de la frontera que alimenta “temores”, sobre las intenciones de Moscú a una invasión en las próximas semanas o meses.
Por su parte, el Kremlin niega estar planeando un ataque y argumenta que el apoyo de la OTAN, Organización del Tratado del Atlántico Norte a Ucrania; incluyendo el aumento de los suministros de armas y el entrenamiento militar, constituye una amenaza creciente en el flanco occidental de Rusia.
Un escenario internacional, por cierto preocupante, donde una de las potencias mundiales, es protagonista.
Desde ENTRERIOSNOTICIAS.AR, dialogamos al respecto, con la Profesora de Historia y avezada estudiosa de temáticas internacionales, Susana Sobrero; quien nos ubicó los distintos actores y hechos de este presente, enmarcado por un frondoso pasado, que lo sostiene.
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¿Cuál es la historia del conflicto entre Ucrania y Rusia?
Las tensiones entre Ucrania y Rusia, ambos antiguos estados soviéticos, se intensificaron a finales de 2013 por un histórico acuerdo político y comercial con la Unión Europea. Después de que el entonces presidente prorruso, Víktor Yanukóvich, suspendiera las conversaciones -al parecer por presión de Moscú-, durante semanas estallaron protestas violentas en Kiev.
Luego, en marzo de 2014, Rusia se anexionó Crimea, una península autónoma en el sur de Ucrania con fuertes lealtades rusas, con el pretexto de que estaba defendiendo sus intereses y los de los ciudadanos de habla rusa. En primer lugar, miles de tropas de habla rusa, apodadas «hombrecillos verdes» y posteriormente reconocidas por Moscú como soldados rusos, se lanzaron a la península de Crimea. A los pocos días, Rusia completó su anexión en un referéndum que fue tachado de ilegítimo por Ucrania y la mayor parte del mundo.
Poco después, los separatistas prorrusos de las regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk declararon su independencia de Kiev, lo que provocó meses de intensos combates. A pesar de que Kiev y Moscú firmaron un acuerdo de paz en Minsk en 2015, con la mediación de Francia y Alemania, se han producido repetidas violaciones del alto el fuego.
Según las últimas cifras de la ONU se produjeron más de 3.000 muertes de civiles relacionadas con el conflicto en el este de Ucrania desde marzo de 2014.
La Unión Europea y Estados Unidos impusieron una serie de medidas en respuesta a las acciones de Rusia en Crimea y el este de Ucrania, incluidas sanciones económicas dirigidas a personas, entidades y sectores específicos de la economía rusa.
¿Cuál es la posición de Rusia?
El Kremlin ha negado en repetidas ocasiones que Rusia planee invadir Ucrania, insistiendo en que Rusia no supone una amenaza para nadie y que el desplazamiento de tropas por su propio territorio no debería ser motivo de alarma.
Moscú considera que el creciente apoyo a Ucrania por parte de la OTAN -en términos de armamento, entrenamiento y personal- es una amenaza para su propia seguridad. También acusó a Ucrania de aumentar su propio número de tropas en preparación para un intento de retomar la región de Donbas, una acusación que Ucrania ha negado.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, pidió acuerdos legales específicos que excluyan cualquier otra expansión de la OTAN hacia el este, hacia las fronteras de Rusia, diciendo que Occidente no cumplió con sus anteriores garantías prometidas.
Putin también dijo que el despliegue de armas sofisticadas de la OTAN en Ucrania, como los sistemas de misiles, sería cruzar una «línea roja» para Rusia, en medio de la preocupación en Moscú de que Ucrania está siendo cada vez más armada por las potencias de la OTAN.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo el mes pasado que Estados Unidos y otros Estados miembros de la OTAN ya estaban suministrando armas y asesores militares a Ucrania. «Y todo esto, por supuesto, conduce a un mayor agravamiento de la situación en la línea fronteriza», dijo.
Si EE.UU. y sus aliados de la OTAN no cambian de rumbo en Ucrania, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, advirtió que Moscú tiene «derecho a elegir la forma de garantizar sus legítimos intereses de seguridad».
¿Cuál es la posición de Ucrania?
El gobierno ucraniano insiste en que Moscú no puede impedir que Kiev estreche lazos con la OTAN si así lo decide.
«Rusia no puede impedir que Ucrania se acerque a la OTAN y no tiene derecho a opinar en las discusiones pertinentes», dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores en una declaración a CNN, en respuesta a los llamamientos rusos para que la OTAN detenga su expansión hacia el este.
«Cualquier propuesta rusa de discutir con la OTAN o con Estados Unidos las supuestas garantías de que la Alianza no se expandirá hacia el Este es ilegítima», añadió.
Ucrania insiste en que Rusia busca desestabilizar el país, y el presidente del país, Volodymyr Zelensky, declaró recientemente que se descubrió un complot golpista en el que participan ucranianos y rusos.
El ministro de Asuntos Exteriores de Urania, Dmytro Kuleba, advirtió que un golpe de Estado planeado podría formar parte del plan de Rusia antes de una invasión militar. «La presión militar externa va de la mano de la desestabilización interna del país», dijo.
Las tensiones entre los dos países se vieron exacerbadas por el agravamiento de la crisis energética ucraniana, que Kiev cree que Moscú ha provocado a propósito.
Al mismo tiempo, el gobierno de Zelensky se enfrenta a desafíos en muchos frentes. La popularidad del gobierno se estancó en medio de múltiples desafíos políticos internos, incluyendo una tercera ola de infecciones de covid-19 en las últimas semanas y una economía en dificultades.
Mucha gente también está descontenta porque el gobierno aún no cumplió las prestaciones que prometió ni puso fin al conflicto en el este del país. Se produjeron protestas antigubernamentales en Kiev.