Se conforma el «Reino Unido de la Gran Bretaña» (1 de Mayo de 1707)
Gran Bretaña ya había incorporado forzosamente a Gales hacía varios siglos, pero en su intento por anexionar Escocia, en el siglo XIV, había fracasado debido a la tenaz resistencia de ese Pueblo.
Tras el triunfo de la «Revolución de 1688», en Inglaterra comenzaron a producirse giros en la diplomacia y el Parlamento comenzó a establecer negociaciones con los escoceses «haciéndoles creer que una unificación haría crecer a ambos reinos como un conjunto».
Tras varios acuerdos previos, el 1 de Mayo de 1707, se produjo, mediante el “Acta de Unión”, la unificación definitiva de Inglaterra y Escocia, conformando el «Reino Unido de la Gran Bretaña». Así, «Escocia perdió su autonomía». Además, «las dos naciones conservaron sus estructuras legales y religiosas, pero tuvieron una bandera y Parlamento únicos con sede en Londres».
Finalmente, desde ese día, «Ana I se convirtió en la primera Monarca del Reino Unido de la Gran Bretaña».
En Escocia el acuerdo no fue bien recibido, de hecho «hubo una fuerte oposición de las milicias, pero fue la clase dirigente la que entregó la soberanía, no sin una posterior represión a las milicias que se habían mostrado disconformes».
La unión aduanera impuso nuevas cargas tributarias a la economía escocesa, «lo que impidió el crecimiento de esta, frente a Inglaterra que, con el control de los puertos al Sur, monopolizó el comercio europeo y terminó recibiendo la mejor tajada de la unión por varios siglos».
Prof. Damián D. Reggiardo Castro.
