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«Siempre me di tiempo para la docencia y la escritura» Gladys Navarro escritora victoriense

Gladys Navarro, victoriense cuya vida transcurrió en las aulas, pero sostenida en las letras.

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Hilda Sosa WWW.ENTRERIOSNOTICIAS.AR

Nacida en una primavera en las Siete Colinas  en el año en que la humanidad se veía avasallada por segunda vez ante una belicosidad mundial, Gladys Navarro Espinoza poeta de alma y docente por vocación, viene desde muy jóven transitando un camino de poesías, el que ha sabido plasmar, cual bolígrafo dispuesto a dibujar letras, a través de todas esas vivencias que el universo le dio.

Un trayecto de vida el suyo, donde su madre, Argentina Bienvenida Espinoza, jugó un rol fundamental en la ayuda y escucha.

Entre la docencia y la obstetricia

Recibida en el año 1957 de la Escuela Normal Superior Osvaldo Magnasco y con sus jóvenes 18 años a cuestas, partió a vivir su primera experiencia áulica en el norte de la provincia, donde corre el Río Feliciano, más exactamente en Puerto Algarrobo, hasta el año 1961 cuando se trasladó a la Cuna de la Bandera para estudiar obstetricia, partera; pero sólo un par de años, hasta que obtuvo su título y volvió “al pizarrón y a las tizas”.

Ya en tierra chubutense se ubicó en la localidad de Gobernador Costa sobre la Ruta Nacional 40, en la Escuela N° 68 “Rosario N. de Magallanes” donde estuvo hasta el año 1968, pasando luego a la jornada completa en la Escuela N° 81 en El Hoyo.

Estando en el sur del país con la docencia como medio de vida se casó y fue madre de dos hijos Sandro y Patricia, ambos nacidos en Las Siete Colinas, vivenciando su abuelazgo con los años en los nombres de Elián y Camila.

Su vuelta a las colinas

En los finales de la década del setenta decidió regresar a nuestro pueblo, el que la vio nacer, ingresando a la entonces Escuela N° 49, devenida a posteriori en Escuela N° 48 Nicolás Avellaneda sita en el corazón del primer cuartel de Victoria; lugar que transitó y caminó como docente, vicedirectora y directora, hasta el momento de su jubilación el 30 de junio de 1994.

Su deseo por aprender y crecer nunca fenecieron, ya que al unísono de las aulas desde un rol docente, también consideró estudiar el Profesora de Enseñanza Primaria en la Escuela Normal y la carrera de Bibliotecaria en el Instituto San Benito de la Abadía del Niño Dios. Mas adelante intentó cursar el profesorado de Literatura e Historia, pero la carga horaria se lo impidió.

Un presente de letras y poemas

En diálogo con nuestro medio, en el marco de 26° Encuentro Internacional Literario Abrace, llevado a cabo en Victoria, organizado por el escritor uruguayo Roberto Bianchi e Irma Nélida Jorge, docente y escritora local, donde Gladys fue recitadora de su propia obra en distintas mesas de lecturas conformadas en dichas jornadas, expuso la manera en que la escritura jugó un papel protagonista en su devenir.

«Estoy muy contenta de estar acá en este evento literario, muy contenta de compartir con Irma con Beto y con todos los escritores que han venido, además de gente que yo conocía y hacía tiempo no veía» indicó, trayendo a su relato la otra pasión que le guió en la vida…la docencia.

«Siempre me di tiempo, para la docencia y la escritura, además la poesía, cuando uno la ama, le surge de adentro, es como si alguien te dice escribí, escribí y te surge, inclusive siempre he tenido un papel y un bolígrafo a mano» comentó, agregando «a mí me gusta escribir de todo, lo que yo siento en el momento lo escribo, a lo mejor por ejemplo algo me gusta y me produce algo, enseguida escribo».

Destacó además que gracias a la literatura conoció países latinoamericanos y europeos, habiendo quedado fascinada con Colombia, más exactamente Cartagena y Barranquilla, sobre todo por la amabilidad de las personas oriundas de allí.

Una vida la de Gladys transcurrida entre tizas y pizarrones, pero sobre todo sostenida por el encanto y fascinación de la escritura, reflejada en poemas que pudo plasmar en libros propios como “Renacer en la luz”, el cual ganó un premio dado por la misma editorial que se lo editó Realidad Alternativa en el año 2008 y otros varios como Brotes del Alma, trabajo realizado en connivencia  con un grupo de escritores y aficionados a las letras, que solían reunirse una vez por semana en Paraná, acción ésta que transitó por varios años.

Al finalizar, comentó con ansias el libro que tiene en manos, próximo a editar titulado “Volver a vivir”, transitando en esas líneas su vínculo con una enfermedad que pudo combatir y hoy hablar de ella, desde la sanación.

Mesa de lectura (en la tercer jornada del 26° Encuentro Abrace, acompañada del escritor uruguayo Héctor D´Ángelo e Irma Nélida Jorge)

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